Categoría: Textos diversos

La más alta forma de oración

En el libro de los Mensajes “A los sacerdotes hijos predilectos de la Santísima Virgen” descubrimos que nuestra Madre quiere para cada uno de nosotros que aprendamos de Ella como crecer en la más alta forma de oración:“La Contemplación”. En Diciembre, 24 de 1984, Ella nos dijo: “Seguidme por la senda de una oración incesante, que se haga coloquio de amor, de confianza  y de filial abandono al plan de Salvación del Señor nuestro Dios. Este abandono me llevaba sobre la onda de una gozosa experiencia de la presencia de mi  Hijo, a quien sentía ya de una manera muy viva, porque había llegado el momento de su nacimiento en el tiempo. Mi camino hacia Belén se convertía en un inclinarme, dulce y materno, a su divino deseo de llegar a vivir entre nosotros como hermano. Y hablaba con Él en un coloquio hecho de silencios y escuchas, de contemplación y amor, de adoración y de espera. De este modo mi incesante oración iba llenando el largo camino hasta llegar a la hospitalaria gruta” Nuestra Madre nos dice: “Seguidme”: Por tanto, no podemos negarnos a esta clara y explícita invitación. En estos Mensajes, tenemos prácticamente todos los elementos para formar esta oración de contemplación. Como Maria nos dice justamente, es una oración “incesante”, una oración de abandono al querer de Dios, de confianza,  de un gran deseo de Cristo, de amor, de silencio, de escucha y de adoración; es una gozosa y dulce oración. La Madre Bendita nos esta diciendo que la Contemplación es para todos, así que nosotros los “sacerdotes” deberíamos enseñar esta  oración a los fieles. En estas dos conferencias, yo seguiré la línea de un curso de “Contemplación” dada por el bien conocido autor Fr. Thomas Dubai, porque quiero demostrar una vez más que los mensajes de nuestra Madre Bendita, “A los sacerdotes predilectos de mi Corazón Inmaculado” vienen realmente de Dios, el Magisterio y la vida de los Santos. También tengo añadido las citas del Papa Benedicto XVI  y Juan Pablo II. El Vaticano II habla de la Contemplación 80 veces. El documento sobre la liturgia dice que los sacerdotes “deberían orar sin cesar”, y en la cita del Salmo 25: “Mis ojos están siempre fijos en el Señor”. El Papa Benedicto 16º dice: Después de la “lectio divina” la cuál constituye un real y verdadero viaje espiritual marcado en jornadas,…. procedemos a la “meditación”. Este es un momento de interior reflexión en el cuál el alma se vuelve a Dios y trata de comprender que su Palabra la esta diciendo para nosotros hoy. Luego viene la oración, en la que nosotros vamos despacio a hablar con Dios directamente. Finalmente, vamos a la contemplación. Esto nos ayuda a mantener nuestros corazones atentos a la Presencia de Cristo, cuya Palabra es una lámpara encendida en un lugar oscuro.(2º P 1:9) El Canon 663 dice: “ El primer y principal deber de todos los religiosos es de contemplar todas las cosas divinas y la constante unión con Dios en la oración”. Como hemos oído a nuestro Papa, que es desde la Sagrada Escritura, que comprenderemos que la Contemplación es para todos, no sólo para los religiosos. La Sagrada Escritura y la Contemplación Nuestra Señora nos guía hacia la fuente misma de la oración: La Sagrada Escritura “Sea el vuestro un silencio interior, que os conduzca a escuchar con amor y con fe, la sola Palabra de Dios. El Evangelio de Jesús sea la única Palabra de vida que busquéis, que recibáis, que améis y viváis. Sea el vuestro, aquel silencio interior que os conduzca a la contemplación y a la oración. Que sea más intensa vuestra oración, que sea una verdadera plegaria del corazón, que vosotros hacéis Conmigo y por medio de Mí. (1/5/1993). Deberíamos notar que Nuestra Madre Bendita nos dice que es una oración  “hecha Conmigo y por medio de Mí”. Sabemos cuántas veces Juan Pablo 11 y Benedicto XVI han hablado y escrito de esto. Citamos algunas líneas de la carta Rosarium Virginis Mariae: La Contemplación de Cristo tiene un modelo incomparable en Maria….Maria vive con los ojos fijos en Cristo, atesorando cada palabra…Maria pone delante de los fieles los misterios de su Hijo, con el deseo que la Contemplación de aquellos misterios dejará todo su poder salvador.      (Rosarium Virginis Mariae, 11). De acuerdo a la Sagrada Escritura, la cosa más importante es nuestra unión con Dios: “ Se te ha hecho saber, hombre, lo que es bueno; lo que Yahvé quiere de ti: tan sólo respetar el derecho, amar la lealtad y proceder humildemente con tu Dios”. (Mi 6,8) Proceder humildemente con tu Dios, significa, a vivir en una continua contemplación, con los ojos de tu alma, siempre fijos en Dios. Desde que estamos consagrados al Corazón Inmaculado de Maria, este proceder está hecho con Ella, “Yo misma tomaré tu mano…Contigo yo soy una Madre que está enseñando a su criatura a dar sus primeros pasos”. Sal 27: 4 dice :“Una cosa yo pido al Señor, es lo que ando buscando: morar en la casa de Yavhé todos los días de mí vida”. La casa del Señor es Maria, y para nosotros es su Corazón. Cuando imitamos a San Juan y “la acogemos en nuestra casa, nuestra casa se convierte en el Templo del Señor. A este respecto,  Benedicto XVI dice: La expresión “accepit eam in sua” es singularmente firme. Indica la decisión de Juan de que Maria comparta su propia vida, abre su corazón a Maria y es realmente aceptado por Ella. 2) Escenas de la contemplación: En el siguiente mensaje Maria nos dice como Jesús ama de recogerse en oración; de estar sólo y gozar de la vista hermosa  alrededor de Él. “Todo se ha hecho como voz para la gran oración de mi Hijo Jesús, para su ardiente sed de soledad, y su natural deseo de vivir en compañía con el Padre”. (24/ 7/ 1975) Jesús, nuestro Maestro, fue a orar, solo: “De madrugada, cuando todavía estaba oscuro, se…
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La oración del sacerdote consagrado

La oración del Sacerdote Consagrado al Inmaculado Corazón de Maria             “La verdadera oración es la fuerza que guía al mundo que se mantiene abierta a Dios. Por ésta razón sin oración no hay esperanza pero solamente, ilusión”. (homilía en la Basílica de Sta. Sabina, al comienzo del 2008). “La primera cosa esencial para aprender a tener esperanza es la oración. Cuando nadie más me escuche a mí, Dios siempre me escucha a mí. Cuando no pueda hablar a nadie más, yo puedo siempre hablar con Dios…Él puede ayudarme… Cuando estoy    completamente sólo…; si yo oro no estoy totalmente sólo”.  (Benedicto XVI: Spe salvi, 32). El mensaje completo de Fátima está contenido en dos palabras: “Orad, orad mucho” Los Corazones de Jesús y Maria tienen designios misericordiosos para vosotros. Ofreced oraciones y sacrificios constantemente a la Santísima Trinidad”. (La invitación del Ángel de Portugal). ¡Velad y orad todos vosotros, Sacerdotes fieles a Mí! (28 de Julio de 1973). Para vencer la batalla que se aproxima os quiero dar un arma: la oración. “Olvidaos de toda otra cosa y habituaos a utilizar sólo ésta arma. Los tiempos decisivos han llegado y no hay ya tiempo para ciertas cosas vanas y superfluas. No hay tiempo para inútiles discusiones, no hay ya tiempo de charlas y de proyectos: éste es sólo tiempo de oración. Sacerdotes de mi Movimiento, ofreceos a Mí para que Yo Misma, en vosotros y con vosotros, pueda siempre rogar e interceder ante mí Hijo por la salvación del mundo. Tengo necesidad de vosotros y de vuestra oración para llevar a cabo el gran designio del triunfo de mí Corazón Inmaculado en el mundo”.  (19 de Diciembre de 1973). La petición dolorosa que Nuestra Madre hace a los sacerdotes puede encontrarse en el hermoso mensaje del 20 de Mayo de 1974: “Cada día que pasa te quiero cada vez más cerca de mí Corazón Inmaculado: lejos de las vicisitudes, de los acontecimientos que tanto trastornan el mundo y turban a la Iglesia, para quedarte sólo Conmigo. Conmigo te quiero en la oración. Son momentos éstos, tan importantes y graves, que requieren de mis Sacerdotes mucha, mucha oración. La oración de mis Sacerdotes es necesaria para la salvación del mundo… El sufrimiento de cada jornada os dará presteza para una continua oración. Se avecinan momentos tan graves que vosotros mismos ni siquiera podéis imaginar. Y entonces quiero prepararos para que en el momento oportuno podáis estar siempre dispuestos. Por eso os llamo a la oración”. (20 de Mayo de 1974). “Te he dicho ya muchas veces lo que debes hacer, y ahora te lo repito: tú ora, permanece siempre en oración en mí Corazón: de mí Movimiento me encargaré Yo misma”.    (23 de Octubre de 1974). La labor del M.S.M. es la de ayudar intensamente al mundo de volver a Dios. Esto es porqué Nuestra Madre Celestial  sugiere que nosotros mismos seamos los instrumentos de Su Venida, no con discursos vanos e inútiles discusiones, pero por la vía de la oración y de la Penitencia. “Os invito a una amorosa cruzada de oración reparadora y penitencia”. (1/1/1981). ¡Orad, amad, haced penitencia! “ Caminad  por la senda de la humildad, de la pequeñez, del desprecio del mundo y de vosotros mismos”. (29 de Junio de 1983). “Otro peligro que os amenaza es el dejaros absorber por una acción desordenada, olvidando así la fuerza poderosa que tiene la oración, para obtener la gracia de la conversión para tantos de mis pobres hijos míos pecadores. Entonces Yo os he invitado a orar mucho por la conversión de los pecadores, mostrándoos, a través de mí hijita Bernardette, cómo la oración más eficaz y preferida por Mí, es la del Santo Rosario”.  (11 de Febrero de 1993). “Es voluntad de Dios, que cumpláis con perfección las obligaciones de vuestro estado sacerdotal. Es voluntad de Dios que deis un espacio importante a la vida de oración y de profunda unión con Él. Ved porqué os conduzco a una escrupulosa observancia de vuestras prácticas de piedad: no paséis por alto el Oficio Divino; vuestra meditación cotidiana hacedla con calma y con amor; recitad diariamente en unión Conmigo el Santo Rosario; que la Santa Misa, celebrada y vivida por vosotros, sea el punto de referencia de toda vuestra jornada”.      (2 de Febrero de 1986). En el acto de Consagración que nosotros los sacerdotes del M.S.M. hacemos al Corazón Inmaculado de Maria, decimos… “Y mientras queremos confiarte, Madre Dulcísima y Misericordiosa, nuestro Sacerdocio, para que Tú dispongas de Él  para tus designios de salvación en ésta hora decisiva que pesa sobre el mundo; nos comprometemos a vivirlo según tus deseos; particularmente, en cuanto se refiere a un renovado espíritu de oración y de penitencia, a la celebración fervorosa de la Sagrada Eucaristía y de la liturgia de las horas, al rezo diario del Santo Rosario, al ofrecimiento a Ti de la Santa Misa el primer Sábado de cada mes”.    La  primera senda que nuestra Madre quiere que caminemos en el M.S.M., y que nosotros debemos tratar de seguir, es la de vivir unidos a Jesús, porque es Ella quien nos mantiene unidos a Jesús. Ella nos quiere formar en otro Jesús. “Que grande es la alegría que siente mí Corazón de Madre cuando os puedo conducir a todos como homenaje perfumado y precioso, para ofrecérselo a mí Hijo Jesús, realmente presente en el Sacramento de la Eucaristía… Hoy mí Corazón de Madre está entristecido y profundamente herido porque veo que, en torno a la divina presencia de Jesús en la Eucaristía, hay tanto vacío, tanto abandono, tanta incuria, tanto silencio. Iglesia peregrina… hoy quiero traerte aquí Conmigo, postrada delante de cada Tabernáculo, en un acto de perpetua adoración y reparación, para que tú también puedas repetir el gesto que siempre está realizando tu Madre Celeste”. (21/8/1987). En otras palabras, Ella nos dice que la oración de los sacerdotes debe volverse una continua oración Eucarística. El primer y fundamental deseo…
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La Santidad del Sacerdote Consagrado al Inmaculado Corazón de María

“Ésta es la voluntad de Dios, que seamos Santos”. “Todos los fieles Cristianos están llamados a la Santidad. Ésta es la plenitud de la vida Cristiana y la perfección de la Caridad, y está traída por la íntima unión con Cristo y en Él, con la Santísima Trinidad.  El camino a la Santidad para un Cristiano es el camino de la Cruz y tendrá su cumplimiento en la resurrección final de los justos, en el cual Dios será todo en todo”. (Catecismo de la Iglesia Católica Nº 428 p. 115) “Hablando de la Iglesia, el Catecismo dice: “La Santidad es la vocación de cada uno de sus miembros y el objetivo de todas sus actividades. La Santidad de la Iglesia es la fuente de santificación para sus hijos que aquí en la tierra se reconocen a si mismos como pecadores siempre en necesidad de conversión y purificación”.                                (Catecismo de la Iglesia Católica Nº 165, p.52)  Ser Cristiano significa ser santo. La vida de cada cristiano se ve cumplida sólo en la Santidad. La vida de un sacerdote consagrado a Maria se ve cumplida sólo cuando se esfuerza en seguir el camino de la Santidad. La primera condición para ser santo es ¡nunca vivir en el estado de pecado! El pecado roba la santidad de un alma. Santidad consiste en poseer a Dios como Maria, la Santísima, Ella posee a Dios porque está en el Corazón de la Santísima Trinidad. Ella es una criatura poseída por Dios en tal perfecto estado, que nadie podrá tener nunca ésta experiencia: “Porque soy toda bella y llena de gracia, el Verbo del Padre me escogió como su morada e, inclinándose sobre mí extrema pequeñez, con divino prodigio de amor, descendió a mí seno virginal, asumió su naturaleza humana y se hizo mí Hijo amadísimo. Así me he convertido en verdadera Madre de Jesús y verdadera Madre vuestra. Y porque soy verdadera Madre vuestra, Jesús me ha confiado la misión de engendraros continuamente en Él, conduciéndoos por el camino del amor, de la gracia divina, de la oración, de la penitencia, de vuestra interior conversión”.      (8 de Diciembre de 1981) Pero Maria es la verdadera Madre de Dios, de una manera muy particular, de aquellos que están consagrados a Ella,  los quiere guiar al camino de la Santidad: “Así quiero a todos los Sacerdotes del Movimiento Sacerdotal Mariano. Deben ser: Sacerdotes míos. Te lo repito míos. Desde que se han Consagrado a mí Corazón Inmaculado no pueden ya pertenecerse a sí mismos: su vida, su alma, su inteligencia, su corazón, sus bienes, hasta el mal que hayan hecho y los defectos que tengan: todo es mío, todo me pertenece. Mi Corazón Inmaculado es un horno de fuego purísimo:  todo lo quema, todo lo consume, todo lo transforma. Mi alegría es la de conducir –como Madre – a mis Sacerdotes a grandes metas de Santidad: los quiero fervorosos, los quiero enamorados de mí Hijo Jesús, los quiero siempre fieles al Evangelio”.     (24 de Agosto de 1973). Maria es quien nos guía hacia el triunfo de la Santidad. ¿De que manera? Ser su Sacerdote, que significa pertenecer totalmente a Ella, vivir con Ella y dejarnos ser guiados por Ella y totalmente poseídos por Ella, en orden de ser poseídos por Dios; que significa “nunca vivir en estado de pecado”. Maria es la Santísima poseída por Dios,  porque Ella está en el Corazón de la Santísima Trinidad. “Porque sin sombra de pecado, ni siquiera del original, del que fui preservada por singular privilegio, he podido reflejar íntegro el designio que el Padre tuvo en la creación del universo. Jesús me ha confiado la misión de engendraros continuamente en Él, conduciéndoos por el camino del amor, de la gracia divina, de la oración, de la penitencia, de vuestra interior conversión”.       (8 de Diciembre de 1981) Ella es una criatura poseída de Dios, en tal perfecta manera, que nadie más puede tener ésta experiencia. Y más, Ella está en el Corazón de Dios, más, Ella está poseída por Dios y es más Santa: Maria no refleja nunca ni la más sombra de pecado. Maria es pura, toda Inmaculada, llena de Gracia y Santidad. Hoy, sin embargo, en un mundo que se ha rebelado en contra de Dios, Satanás ha establecido sus reglas, esparciendo y justificando el pecado; el hombre puede hacer lo que quiere, por las leyes de muchos gobiernos; hoy se legitima el matar la vida en el seno de la madre, como bien se está aceptando la eutanasia. Es el poder del demonio que quiere establecer su cultura de muerte, de violencia, de odio, de destrucción. El pecado ahora es considerado como progreso y modernismo. En éste mundo secularizado está también la negación del infierno por muchos teólogos que justifican todo diciendo que Dios es Misericordioso. Por eso, es imposible hablar del infierno como una condición eterna del diablo. Todo esto está produciendo el efecto de que se ha perdido la conciencia de reconocer el pecado. Como resultado, mucha gente, especialmente los jóvenes, no tienen más ningún punto de referencia. Por esto, la gente ¡vive en pecado y muere en pecado!. En la tercera aparición de Fátima, Nuestra Señora pidió urgentemente, “Orad mucho y haced sacrificios por los pecadores, porque muchas almas van al infierno porque no hay quien ore por ellos o hagan sacrificios por ellos”. Después, Nuestra Señora les mostró a los tres videntes, una visión del infierno. Después de ver el infierno, Lucia declaró que ellos se hubieran muerto de miedo si no hubieran recibido una gracia especial de Dios. Un sacerdote que está consagrado a Maria lucha en contra del pecado de una manera muy particular, especialmente del pecado mortal. Por esto, él se esfuerza de no quedarse en un estado grave de pecado aún ni por un momento e inmediatamente hace un acto perfecto de arrepentimiento para volver al estado…
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La victoria de María

La Victoria de Nuestra Señora, hoy, en nosotros Introducción Por veintisiete veces en el libro, “A los Sacerdotes hijos predilectos de la Santísima Virgen” encontramos la expresión “Mi Victoria”. Estas palabras siempre me han fascinado. Por algunos años le he dado a la palabra “Victoria” el significado que yo quería y que me gustaba, y que parecía verdadera a nuestra mentalidad tan humana. Pero, mientras los años pasaban, desde que la “Victoria” que fuera acorde con mi vocabulario parecía fuera de mí alcance, me esforcé y comencé a estudiarla más. Para comprender los Mensajes cuidadosamente, lo que Nuestra Señora realmente tiene por objeto decirnos con “Mí Victoria”, comienzo a ser más honesto, cada vez un poquito más, dejando a Nuestra Madre Celeste que me hable de la manera que Ella quiere. Quizás, esto sucede también con la Biblia. En realidad, como vamos creciendo en nuestra vida espiritual, descubrimos que en el pasado hemos aprendido muy poco de la “Palabra de Dios”. Al final de nuestra vida comprenderemos que somos todavía principiantes. El 24 de Junio de 1996, el Padre Gobbi, nos ha dado una maravillosa meditación titulada: “El Triunfo, la Segunda Venida y el Reino Eucarístico”. Él  había tratado el argumento de una manera verdaderamente completa, desde el punto de vista de la Santa Escritura, de la enseñanza del Magisterio y de los Mensajes de la Madre Bendita. En esta meditación yo no quiero, sin embargo, hablar de la “futura Victoria” que todos nosotros deseamos y  por la que nosotros rezamos en cada celebración de la Eucaristía, cuando proclamamos el Misterio de la fe: Anunciamos tu muerte, proclamamos tu Resurrección ¡Ven, Señor Jesús! Me gustaría más, en vez, poner énfasis en la “Victoria” de Nuestra Señora que se realiza cada día en cada uno de nosotros. Al mismo tiempo, sin embargo, no quiero absolutamente disminuir la importancia de que Nuestra Señora aún en Fátima lo describe de ésta manera: “Y al final Mí Corazón Inmaculado triunfará”. Me gustaría sólo ver que nuestra Madre triunfa hoy en cada uno de nosotros, como Ella nos invita en Sus muchos Mensajes. Yo pienso que es siempre la mejor manera de estar listo para darle la bienvenida a Jesús, cuando Él venga de nuevo, a través del Corazón Inmaculado de Maria. Nuestra Señora está triunfando también hoy El 7 de Octubre de 1995, Nuestra Madre nos dio un mensaje hermoso titulado “Mí Victoria”. “Soy la Reina del Santo Rosario”. “Soy la Reina de las victorias”. La misión que me ha sido confiada por la Santísima Trinidad es la de dirigir la batalla y conducir a la victoria al ejército de los hijos de Dios que combate contra el potente ejército de los esclavos de Satanás y de los espíritus del mal. “Pondré enemistad entre ti y la mujer, entre tu descendencia y la suya: ella te aplastará la cabeza y tu tratarás de atacarle el talón”(Gn. 3, 15) Cada día Yo llevo adelante esta lucha y obtengo mí victoria”.  ( 7/10/1995). Así que estamos sosteniendo, una batalla real contra Satanás. Maria nos habla de dos ejércitos.  En ésta meditación tratamos de elaborar nuestra presente situación, pensando en los mensajes de Nuestra Señora. Lo primero de todo, nos dice, que Ella obtendrá la victoria aún hoy: “Estos son mis tiempos,”Éstos”, es decir, los días que vivís son “míos”porque son tiempos señalados por una grande y fuerte presencia mía. Estos tiempos se harán tanto más “míos”, cuanto más se extienda y se haga más fuerte mi Victoria, que ahora es de mi Adversario”.   (23/7/1987). A la luz de la realidad, vemos que el mundo de hoy es tan tremendo y malo, y se cara a mis caídas en muchos frentes, estaría tentado a desanimarme y a rezar sólo por un futuro triunfo. Nuestra Madre, en vez, nos advierte que nuestro enemigo usa nuestro desaliento, y Ella no puede trabajar si estamos paralizados por nuestras caídas y nuestro desánimo. “La primera arma que debéis usar es la confianza en Mí, es vuestro más completo abandono. Venced la tentación del miedo, del desaliento, de la tristeza. La desconfianza paraliza vuestra actividad y ello ayuda mucho a mi Adversario.¡Manteneos serenos, estad alegres! No es este el fin de mi Iglesia; se prepara el principio de su total y maravillosa renovación”.       (18/10/1975). Si un día, queremos llegar a la victoria final, debemos confiar plenamente y estar entusiasmados con Nuestra Capitana.  Esta confianza es parte ya de su Victoria. Es  exactamente lo que Nuestra Señora nos dice en otro mensaje: “Caminad con la mayor confianza. Caminad en pos de la Luz de Vuestra Madre Inmaculada. Os recubro con mi mismo esplendor, os revisto de mis virtudes, os marco con mi sello,  os revelo los secretos de la divina Sabiduría. La Santísima Trinidad recibe hoy alabanza y gloria por vuestros labios, mis pequeños. Sois la alegría más profunda de Mi Corazón Inmaculado: vosotros sois ya parte de mi victoria”.      (8/12/1981). La Victoria de Satanás sobre el hombre es la de robar de su corazón obediencia y amor por Dios.  La Victoria de Nuestra Señora es la de llevarnos de vuelta a la Santísima Trinidad: “Con los más pequeños obtengo cada día mi victoria sobre Satanás y su poderoso ejército del mal, sobre las fuerzas satánicas y masónicas organizadas contra Dios, porque conduzco a mis hijos por la vía de la fe heroica, de la segura esperanza y del amor perfecto. En ellos es glorificado el Padre Celestial; Jesús es amado y vivido por ellos; por ellos difunde el Espíritu Santo sobre el mundo la potencia de su divino amor”.     (8/9/1994). Antes dije que es importante que estudiemos cada mensaje, para ver en que consiste realmente la labor de Nuestra Señora. Como Mediadora entre Jesús y nosotros, Ella ayuda a la humanidad, y a nosotros en particular a volver al Padre, a Jesús y al Espíritu Santo. Para poder hacer esto, Ella  nos guía  en la pequeñez, humildad, fe, esperanza y caridad, así finalmente…
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Los apóstoles de los últimos tiempos

EL M.S.M. ES LA PLENITUD DE LAS PROFECIAS DE SAN LOUIS GRIGNION DE MONTFORT SOBRE LOS APÓSTOLES DE LOS ÚLTIMOS TIEMPOS Francis Geremia. Año 2011 Los apóstoles de los últimos tiempos EL M.S.M. ES LA PLENITUD DE LAS PROFECIAS DE SAN LOUIS GRIGNION DE MONTFORT SOBRE LOS APÓSTOLES DE LOS ÚLTIMOS TIEMPOS Francis Geremia. Año 2011   Don Esteban Gobbi de vez en cuando nos hablaba de este tema: Yo lo he elegido porque siempre me ha fascinado que seamos nosotros el designio de Dios para estos tiempos, como nos lo ha revelado San Luis G. de Montfort, porque la profecía de los Santos nos dan una mayor creencia en la autenticidad de los Mensajes de Nuestra Señora para nosotros, sus hijos predilectos. Con respecto a los escritos de Montfort y los Mensajes de nuestra Señora al M.S.M., me gustaría aplicar los mismos principios que nos fue explicado por Don Esteban Gobbi, a aquellos que preguntaron si el Santo Padre había copiado los Mensajes de Nuestra Señora en algunos de sus discursos que eran completamente iguales a los de nuestro libro. Él contestó rápidamente: ambos tienen el mismo origen: El Espíritu Santo. Esto es porqué nos afirmamos en Montfort  y el M.S.M. María es el signo que Dios nos da hoy “A. Una sola es la señal que Dios da al mundo y a la Iglesia de hoy; Yo Misma. C. Yo sola soy anunciada como la gran señal en el Cielo: la Mujer Vestida del Sol, con la luna como alfombra a sus pies y doce estrellas, cual luminosa corona, alrededor de su cabeza. D. Ya está predicha mi Victoria sobre el Dragón Rojo, sobre el ateísmo triunfante y aparentemente hoy victorioso. Esta victoria se obtendrá por medio del triunfo de mi Corazón Inmaculado en el mundo, y esta victoria mía la alcanzaré con los Sacerdotes de mi Movimiento. E. No busquéis, por ahora, otros prodigios en el Cielo:¡Este será el único prodigio!” (30 de Noviembre de 1974). Montfort escribe en el Tratado de la Verdadera Devoción: “Pero en el segundo advenimiento de Jesucristo, María debe ser conocida y revelada por el Espíritu Santo, a fin de hacer que por Ella sea conocido, amado y servido Jesucristo”.(TD, 49). Haciendo que se conozca el Corazón Inmaculado de María es precisamente uno de los tres compromisos del M.S.M, como nosotros decimos en nuestra Consagración:  “Finalmente Te prometemos, conducir a las almas con las que entremos en contacto, en cuanto nos sea posible, a una renovada devoción hacia Ti”. Montfort continua: “Dios quiere, pues, descubrir y manifestar a María como la más perfecta obra de sus manos, en estos últimos tiempos, porque Ella es la aurora que precede y descubre al Sol de Justicia que es Jesucristo, debe ser reconocida y manifestada, a fin de que lo sea Su Divino Hijo. Siendo el camino por donde vino por primera vez Jesucristo a nosotros, lo será también cuando venga por segunda vez, aunque no del mismo modo “. (TD, 50) En los Mensajes leemos: “i)También en esta segunda venida el Hijo vendrá a vosotros a través de Su Madre. Así como el Verbo del Padre se sirvió de mi seno virginal para llegar a vosotros, así también Jesús se servirá de mi Corazón Inmaculado para llegar a reinar entre vosotros. Ésta es la hora de mi Corazón Inmaculado porque se está preparando la venida del glorioso Reino de Amor de Jesús.(24 de Diciembre de 1978). “Yo soy la Madre de la esperanza y la confianza. Vivid Conmigo estos tiempos de vuestro segundo adviento. De la misma manera que fui la Madre virginal de la primera venida de Jesús, así también hoy soy la Madre gloriosa de su segunda venida”.(1 de Diciembre de 1985). Dios quiere que María sea el único camino para venir a Él Montfort dice: “Siendo el medio seguro y el camino recto e inmaculado para ir a Jesucristo y hallarlo perfectamente, por Ella deben buscarle las almas que deban resplandecer en santidad. Quien halle a María, alcanzará la vida, es decir, a Jesucristo, que es el camino, la verdad y la vida, más no es posible encontrar a María sino se la busca; no se la puede buscar si no se la conoce, porque no se busca ni se desea un objeto desconocido; es menester, pues, que María sea más conocida que nunca para mayor conocimiento y gloria de la Santísima Trinidad”. (TD 50  5º) En el Mensaje del 20 de Octubre de 1973, leemos: “Con el acto de Consagración tú has puesto en mis manos toda tu vida: ahora ella me pertenece, es mía. Yo he tomado posesión de ella y ahora poco a poco, voy transformándola según mi voluntad. Dulcemente te llevaré a aquélla perfección que agrada a mi Corazón, y  poco a poco te transformaré en una copia totalmente semejante a mi Hijo Jesús. Te daré un nuevo modo de pensar: pensarás según el Corazón de Jesús y mi Corazón Maternal, viendo cada cosa en Dios, según el Espíritu de Sabiduría. Te daré la sabiduría del corazón”. El párrafo siguiente del mismo Mensaje contiene el espíritu entero de Montfort: “Eso es: los Sacerdotes de mi Movimiento deben ser todos así. Pues si se han Consagrado a Mí, deben sentir, ver y pensar como Yo, Conmigo, porque quiero tomar posesión de toda su vida, quiero transformarla, volverla imagen de mi Hijo Jesús, el primogénito de muchos otros hijos míos”. (2º de Octubre de 1973). Todavía Montfort: “María debe resplandecer más que nunca en misericordia, en poder y en gracia, en estos últimos tiempos; en misericordia, para reducir y acoger amorosamente a los pobres pecadores y extraviados, que se convertirán y volverán a la Iglesia Católica; en poder, contra los enemigos de Dios, los idólatras, cismáticos, mahometanos, judíos e incrédulos endurecidos, y finalmente, debe resplandecer en gracia, para animar y sostener a los soldados valientes y fieles servidores de Jesús, que combatirán por sus intereses”. (TD 50 6º). “Soy terrible, como un ejército preparado para la batalla, porque la…
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Los Sufrimientos Vicarios

Los sufrimientos vicarios y oraciones en nuestras vidas ofrecidas a Nuestra Señora, en el Espíritu del M.S.M.   y las enseñanzas de la Iglesia   P. Francis Geremía  Año 2012                 Introducción   La realidad de la Misericordia de Dios es la fundación de todos los sufrimientos vicarios. Nuestra Señora nos introduce en la Misericordia de Jesús, y como veremos después, Ella nos inspira también a ser misericordiosos, aceptando los sufrimientos por el bien de otros. El siguiente Mensaje es del 28 de Marzo de 1997. “Tanto amó el Padre al mundo que le dio a su Hijo Unigénito, para que el mundo fuera salvado por medio de Él. Jesús se ofrece como precio de vuestro rescate.Jesús se inmola por vuestra salvación.Jesús muere sobre la Cruz, para que alcance a toda la humanidad el don de su redención. Ved en Jesús crucificado la imagen viviente de la Misericordia del Padre. Es la Misericordia la que impulsa al Padre a daros a su Hijo Unigénito. Es la Misericordia la que lleva a Jesús a inmolarse por vosotros en la Cruz. Es la Misericordia la que hace descender sobre su Cuerpo Divino todos los golpes, los insultos y los ultrajes de este día. Contemplad Conmigo cómo se abren sobre su Cuerpo inmolado los nuevos brotes de la Divina Misericordia. Inclinaos Conmigo para besar las flores perfumadas de la Misericordia, que se abren por todo su sufrimiento”. (28/3/1997). En el segundo volumen de “Jesús de Nazaret, Benedicto XVI nos da una explicación teológica de los sufrimientos vicarios (lo que sentimos contemplando espiritualmente los sufrimientos de otra persona). Hablando de la Institución de la Eucaristía, el Santo Padre dice que Dios es siempre fiel a su Alianza: “Esta fidelidad significa que Él actúa  no solamente como Dios hacia los hombres, pero también como hombre hacia Dios… Como la figura del siervo sufriente cuando Él llevó los pecados de muchos (Is.53,12), va mano a mano con la promesa de la nueva e indiscutible Alianza. La Alianza que está plantada en el corazón de los hombres, en la humanidad, de tal manera que no puede ser destruida. Que a través de los sufrimientos del Hijo que llega a ser un siervo …porque la obediencia siempre sobrepasa infinitamente la masa creciente del mal”.(p. 151). Hemos oído al Santo Padre hablarnos acerca de los sentimientos espirituales que sentimos por los sufrimientos de Jesús. En el siguiente Mensaje Nuestra Señora nos habla de los sufrimientos del Padre Gobbi y por eso también nuestros sufrimientos. “A ti, hijo mío carísimo, te pido oración, sufrimiento y silencio. Silencio sobre todo acerca de nuestras intimidades. Quédate siempre en mi Corazón y sobre la Cruz por ellos: tu oración y tu sufrimiento les ayudará a crecer en santidad. Sobre la Cruz y en mi Corazón Inmaculado: entonces ayudarás siempre, junto a Mí, a estos tus hermanos e hijos míos predilectos”.(5/8/1975). “Entonces, cada día Yo me presento ante el trono de mí Señor en acto de profunda adoración, abro la puerta de oro de mí Corazón Inmaculado y ofrezco entre mis brazos a todos estos mis pequeños hijos…”.(14/5/1989). Padre Gobbi, pone todas las cosas, incluyendo su muerte, en las manos de nuestra Madre Bendita. Él escribió en su Testamento Espiritual: “Como yo he consagrado cada momento de mi vida, de la misma manera yo consagro al Inmaculado Corazón de Maria el momento de pasar de la tierra al Cielo y del tiempo a la eternidad”. Nosotros, del M.S.M.  deberíamos mirar de muy cerca como la Madre guió al Padre Gobbi en vida y en su partida. El día de su muerte también coincidió con el 60th aniversario  del sacerdocio de nuestro Papa Benedicto XVI. Nuestra Madre debió aceptar el sacrificio del Padre Gobbi por el Santo Padre y por la unidad de la Iglesia. En cada cenáculo, él siempre oró por el Santo Padre con palabras de gran afecto y dio importancia al tercer compromiso del M.S.M. de nuestro amor por la unidad y la obediencia al Papa. En el segundo volumen de su libro “Jesús de Nazaret”, el Papa Benedicto XVI habla una vez más acerca de los sufrimientos vicarios de Jesús por nuestros pecados. El Santo Papa da el ejemplo de Moisés, quién pasó por los sufrimientos vicarios por los pecados de su gente, sufriendo intensamente porque no pudiendo entrar en la tierra prometida, la pudo ver solo en la distancia. De la misma manera, la Madre Bendita necesitó el sacrificio del Padre Gobbi  en este tiempo, pero a él también le estuvo permitido de ver el Triunfo del Inmaculado Corazón de Maria desde la distancia, a través de sus excepcionales cenáculos bien atendidos a través de todo el mundo. Esta es la vocación de aquellos que consagran sus vidas al servicio de Dios y de nuestra Madre Bendita.     Ofreciendo los sufrimientos  En la carta Apostólica, “Dolores Salvadores”, leemos: “Cristo no ocultó a sus oyentes la necesidad del sufrimiento. Él dijo muy claramente: “Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz de cada día, y sígame”. (Lc. 9,23)…y ante sus discípulos Él puso exigencias de una moral que sólo puede ser cumplida en condiciones de que ellos se “negarían a sí mismos”. El camino que lleva al Reino de los Cielos es “Estrecha y angosta”, y Cristo contrasta al camino “ancho y espacioso ” que “lleva a la perdición”. (Mt.7,13 – 14). Nosotros estamos en el medio del retiro del M.S.M., y por eso no queremos llevar un estudio del significado del sufrimiento; tú lo puedes hacer más profundo leyendo la  carta Apostólica, “Salvici Doloris”. Queremos hablar principalmente acerca de los sufrimientos ofrecidos, y los sufrimientos vicarios, usando los mensajes de Nuestra Señora, la sagrada Escritura y las enseñanzas de la Iglesia. “En el templo de mi Corazón Inmaculado, Yo os estoy preparando para ofrecer vuestro sacerdocio. En estos tiempos de Gran Tribulación, vosotros habéis sido llamados para llevar la carga de una Cruz muy pesada.¡Cuantos sufrimientos os aguardan! Así que, debéis preparaos para vuestro sacerdotal…
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Mi hora ha llegado

Michele Gaughran – 2007 ¿Qué queda por decir del Cenáculo? Es la urgencia del trabajo que nos ha sido confiado a nosotros: “Tengo prisa, hijos predilectos, porque ha llegado la hora. Tengo prisa porque la batalla, que ya ha comenzado, está a punto de llegar a su momento decisivo”.(24 de Agosto de 1977) Nuestra Madre, dos veces en los mensajes, describe los tiempos presentes como de “emergencia” (1 de Diciembre de 1973; y 31 de Diciembre de 1980) Debemos responder a esta llamada, ¿pero como? Hay tanta indiferencia, tanto rechazo de nuestros esfuerzos. ¿Qué podemos hacer? Vivimos en una época de eficiencia; podemos ofrecer a nuestra Madre los frutos de nuestra humana eficacia en la administración de Su Trabajo. ¡Pero, un momento! Ella es definitivamente más eficiente que nosotros – en Su Manera – y es diferente de nosotros. En efecto, era  el primer aviso que recibí de mi predecesor cuando yo tomé el cargo de ser responsable de Inglaterra. Él dijo:  “Había sido posible de enviar a cada presbítero el libro en toda Inglaterra, en orden de difundir el Movimiento rápidamente. Pero comprendimos que éste no era el camino. Ellos no lo hubieran leído, ¡pero lo habrían puesto en un estante! Bien, podíamos haber hecho publicidad, sugestión de la manera  humana de pensar… pero, ¡nuestra Madre no quiere publicidad! ¡Así que esto me dio la verdadera medida de nuestra eficiencia antes de empezar! El Padre Gobbi parece que tuvo , el mismo problema: “Debes estar siempre atento, hijo, para permanecer en mi Corazón Inmaculado y no dejarte sorprender ni descorazonar por las cosas, sobre cuando éstas no dependen de tu voluntad. Tu tienes prisa: querrías que mi Movimiento se propagase más rápidamente, que el Opúsculo no encontrase tantas dificultades para imprimirse. ¡Cuánto de humano hay en este deseo tuyo! Es preciso que Yo maternalmente te purifique, si quieres que te conduzca a aquella perfección que agrada a mi Corazón.  Fíate sólo de Mí, no de los medios humanos; entrégate sólo a Mí. Hay una cosa que debes hacer siempre y que es la única que en cada momento quiero de ti, y que tanto sirve para mí Movimiento: tu oración, tu sufrimiento, tu confianza en Mí. Yo te pido esto: déjate, en cambio, despojar de toda otra preocupación. Éste no es uno de tantos movimientos, sino que es mi Movimiento, hijo. Déjame, pues obrar a Mí. Así deberán proceder todos mis sacerdotes”. (10 de Febrero de 1974) La Prisa de la Madre La  Madre tiene prisa con este trabajo Suyo, porque la Iglesia lo necesita muy  urgentemente. Hay gente que todavía ve el Movimiento Sacerdotal Mariano como otra devoción de nuestra Señora, o una ayuda a la evolución de los miembros de Ella. Lo que todos nosotros debemos reconocer que es, en efecto, dirigido a las necesidades de la Iglesia y que cada cenáculo, aún el más pequeño, es parte de la reconstrucción de nuestra madre que está llevando a cabo en la Iglesia entera y no de la santificación de sus miembros. Cada persona que se consagra al Corazón Inmaculado de Maria y toma parte en los cenáculos es de inmensa importancia. El ataque diabólico en contra de la Iglesia, que ha llevado a cabo, y todavía está furioso, es probablemente el más grande, que jamás ha tenido lugar, y en ello nosotros somos impotentes ante el ataque furioso del enemigo. Sólo la Madre, con la gracia dada por Dios a Ella, puede ayudarnos, pero primero debemos comprender esto profundamente y depender de Ella profundamente, y no en nosotros mismos: “Pero el adheriros depende sólo de corresponder a una gracia especial que yo concedo a cada uno. Y ésta la puedes obtener con tu oración, hijo, con tu amor, con tu sufrir, hasta con tu impotencia de actuar”.  (24 de Junio de 1974) Aunque con nuestra “impotencia de actuar”, si es una súplica ofrecida a Su amor de Madre, es un ofrecimiento de valor a Sus ojos. Nosotros necesitamos de nuestra Madre y de Su fuerza. Ella ha puesto muchas veces el énfasis que nuestra parte es rezar, ofrecer nuestro sufrimiento y, sobre todo, confiar. Si nosotros hacemos esto, viviendo la consagración a Su Corazón Inmaculado, podemos estar seguros de Su vivencia y de actuar en nosotros con Su Poder: “Yo quiero vivir en ti y actuar a través tuyo”.  (27 de Junio de 1996) Pero nosotros debemos confiar. Es solamente cuando dependemos de Ella totalmente, y reconocemos esta dependencia, que Ella vendrá de la manera máxima posible para ayudarnos: “Lo que más enternece a mi Corazón es cuando los siento llorar como niños. ¿Puede la Madre no conmoverse frente a su hijo que llora? Así es: cuando todo se hunda quedará sólo la fuerza de su llanto, que me obligará a intervenir de manera prodigiosa y terrible. Y mi triunfo comenzará con éstos mis hijos predilectos, con mis sacerdotes”.   (23 de Febrero de 1974) Nosotros lo hemos dicho antes: Su Trabajo es totalmente maternal. ¡Que preciosa es nuestra pequeñez! Nuestra Madre no se retrasa. Tenemos un ejemplo de Su prisa en venir a ayudarnos en los cenáculos. En 1980, Ella describe Su Plan: “Ahora os pido más oración. Multiplicad vuestros cenáculos de oración. Multiplicad vuestros Rosarios, bien recitados y unidos a Mí. Ofrecedme también vuestro sufrimiento y vuestra penitencia. Os pido oración y penitencia para la conversión de los pecadores, para que mis hijos más rebeldes y alejados puedan también retornar a Dios, que los aguarda con el ansia misericordiosa de un Padre. Así todos unidos, formaremos una gran red de amor, que envolverá y salvará a todo el mundo”. (22 de Enero de 1980) ¡Y lo más maravilloso de todo esto es que Ella lo ha hecho en menos de treinta años! En todo el mundo, aún en lugares que estaban ocupados por las fuerzas del ateísmo, Ella ha inspirado a almas a comprometerse ellas mismas, algunas veces con gran generosidad y riesgos personales, a establecer éstos centros. Un día, en el tiempo ordenado…
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Obispo de Avellaneda

EL MENSAJE DE FÁTIMA QUE SE DESARROLLA Y REALIZA EN EL PLAN DEL MOVIMIENTO SACERDOTAL MARIANO El 13 de mayo, 1917, en la casi desconocida “Cova de Iria” (Fátima, Portugal); comenzó a vivirse la mayor mariofanía de todos los tiempos. La habían preparado tres misiones angélicas, 1916, entre éstas y la aparición a Sor Lucía en la capilla de las Hermanas de Santa Dorotea (Tuy, España) en 1929; se anunciaron, como anticipados en fecundo germen, los hitos principales de la historia de nuestro atribulado siglo veinte. La muerte precoz de dos de los videntes, y el ingreso en el monasterio, de Lucía, no menos que la prudencia (¿o desconfianza?) de la Iglesia respecto a aquellos hechos extraordinarios dejaron perderse años preciosos hasta la proclamación abierta del mensaje; de tal forma aún hoy siguen infravalorándose. Me vienen a la memoria las palabras del Padre Abrahám al rico Epulón… “Aunque resucitara algún difunto, ni siquiera entonces se convertirían” (Lc. 16.31). Más Dios no se deja vencer en generosidad… Siempre que los hombres han frustrado su Plan de salvación: cual sucedió en el Paraíso Terrenal; como cuando la tierra antes del diluvio, estaba ante Dios corrompida y rebosando violencia (Gn.6, 11); lo mismo que cuando rechazaron el gobierno de Dios y pidieron un rey a Samuel (…”no te han rechazado a ti; es a mí a quien han rechazado para que no reinara sobre ellos… complácelos y dales un rey” (ISam.8)); o cuando se prostituyeron admirando falsas deidades: Dios siempre ha arrancado de su misericordia una nueva mejor orientación. Por eso ha querido él, por medio de su Madre, orientar a su pueblo de forma no ordinaria, y ha escogido hoy (entre otras, muchas maneras de hablar al mundo) una OBRA que continuase el mensaje evangélico de oración y penitencia para la conversión, proclamado en Fátima. La “Obra” se inició en Fátima en Cova de Iria, el 18 de mayo de 1972. Como en 1917, la Virgen es la protagonista principal: “El Movimiento Sacerdotal Mariano, debe ser solo obra mía… Yo misma en persona acaudillaré a este ejército… Yo pensaré en todo… Formaremos los escuadrones de mis sacerdotes para las próximas batallas del Reino de Dios”. (16.VII.73). Desde aquel 8 de mayo de 1972, han transcurrido hasta hoy más de veinte años, durante los cuales ha venido realizándose esta promesa. Las frecuentes locuciones interiores al que ha …”elegido porque eres el instrumento menos apto” (16.VII.73), han sido los sacerdotes sus hijos predilectos los “nutridos y formados”, Los imperativos detallados en el mensaje del 1-XI-73, que especifican las características esenciales del Movimiento, estaban ya latentes en germen en Fátima Consagración al Corazón Inmaculado de María Fidelidad al Papa y a la Iglesia a él unida Observancia de los Mandamientos de Dios y práctica de lo que él nos enseñó. I DEVOCIÓN Y CONSAGRACIÓN AL INMACULADO CORAZÓN DE MARÍA. El 13.VII,17 decía la Virgen María a los pastorcillos: “Habéis visto el infierno donde caen las almas de los pobres pecadores. Para salvarlos, Dios quiere establecer en el mundo la devoción a mi Corazón Inmaculado. Si se hace cuanto voy a deciros, se salvarán muchas almas y habrá paz. La guerra va a terminar. Más, si no acaban de ofender a Dios, en el pontificado de Pío XI, empezará otra peor. Cuando veáis una noche iluminada por una luz especial desconocida, sabed que es la gran señal que Dios va a dar de que, por sus delitos castigará al mundo con la guerra, el hambre y la persecución contra la Iglesia y el Santo Padre. Los buenos serán martirizados, el Padre Santo sufrirá mucho, varias naciones serán destruidas”. En el mensaje del 1-XI-73 dice la Virgen “A los fieles adheridos al Movimiento Mariano, yo les pido: que se consagren de modo especial a mi Corazón Inmaculado, sin preocuparse de compromisos externos o jurídicos sino sólo de entregárseme totalmente a mí, para que yo pueda disponer de ellos libremente de su existencia y organizar su vida según mis planes”. El tema central, el alma, del mensaje que la Virgen trajo a Fátima es su Corazón Inmaculado. Las primeras alusiones al Purísimo Corazón de María, se perfilan ya en 1916, en las tres primeras apariciones del Angel. Pero las revelaciones fundamentales son el año 1917 en los meses de junio y julio: “Jesús quiere servirse de ti para hacerse conocer y amar. Quiere establecer en el mundo la devoción a mi Corazón Inmaculado. Promete la salvación al que la abraza y estas almas serán amadas de Dios como flores colocadas por mi en adorno de su trono”. (13-VI-17) La continuación de las apariciones de Fátima (Pontevedra: 10-XI-25; Tuy: junio 1929), son como el sello del Corazón Inmaculado de María. En la primera muestra su Corazón circundado de espinas, para el cual pide reparación a su Hijo, y en la segunda dice : “ha llegado el momento en que Dios pide al Papa que en unión con todos los obispos consagre Rusia a mi Corazón Inmaculado. Prometiendo salvar al mundo de este modo”. Por esto Jacinta en su lecho de enferma, dice: . “di a todos que Dios nos concede por medio del Corazón de Maria o “Corazón Inmaculado”; que se las pidan a Ella… que pidan la paz al Corazón Inmaculado de María, porque Dios la ha confiado a Ella” (1920). – – – – – – Todo el “libro” del Movimiento está escrito a la luz de este misterio mariano. Basta subrayar que la expresión: “Corazón Inmaculado” o “Corazón de María” aparece 1.104 veces. Podemos afirmar que se funda totalmente sobre la devoción al corazón de la madre, sobre el desarrollo de sus planes, con la urgente llamada a la oración y a la penitencia para la conversión. Para esta iluminación tiene especial valor, el mensaje del 12-XII-73; “El triunfo de mi Corazón Inmaculado”, que aparece como desarrollo de la afirmación de la Virgen del 13-VII-17 : “Al fin triunfará mi Corazón Inmaculado”. Precisamente el Movimiento nació para el triunfo de Cristo por medio del Corazón…
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Nuestra Señora en el Corazón de la santísima Trinidad

“Mira, hijo, a tu Madre Celestial. ¡Mira, que hermosa es!”                          (8/Noviembre de 1976)    En esta nueva fase de nuestro Movimiento, consagrado a la meditación de los mensajes y viviendo este contenido con fe, aceptamos su invitación a contemplar estos regalos con que Su Alma está dotada y sus consecuencias para nosotros. Es justo, para Jesús insistir que Su Madre sea venerada en la completa medida de la dignidad a la cual Él la ha elevado a Ella. En la medida en que reconocemos esta dignidad y poder, podemos buscar Su ayuda en la completa medida de que Su Corazón nos sostiene y podemos reconocer Su mano en lo que recibimos. Seria posible para nosotros de ser dados estos regalos en silencio, a escondidas, de una manera anónima, pero Él desea que Ella tenga Su papel en estos regalos para que sea venerada con gratitud por todos sus hijos. Esto es tan importante en la época de Maria en la cual nosotros vivimos. En esta meditación, escuchamos a Nuestra Madre que nos dice: “Soy la Mujer vestida del Sol. Estoy en lo íntimo de la Trinidad Divina. Hasta que no sea reconocida allí donde me ha querido la Santísima Trinidad, Yo no podré ejercer plenamente mi poder en la obra maternal  de corredención  y de mediación universal de todas las gracias”. (14 de Junio de 1980). “Estoy en el Corazón de la Divina Trinidad”. A vivir en la vida de la Santísima Trinidad es el misterio de la vida de cada uno de nosotros, a través de nuestro Bautismo,  en el que Dios abre Su propia vida para abrazarnos, hasta el punto que San Pedro podría hablar de Sus “preciosas y sublimes promesas, para que por ellas os hicierais partícipes de la naturaleza divina”. (2/Pedro 1,4). El Señor nos ha hablado de nuestro lugar en la vida divina en las maravillosas palabras de la oración de Su Altísimo Sacerdocio: “Para que todos sean uno, Como tú, Padre, en Mí y yo en Ti… Yo les he dado la gloria que Tú me diste, (que es decir el Espíritu Santo) que ellos también sean uno con nosotros…Yo les he dado a conocer Tú Nombre y se lo seguiré dando a conocer, para que el amor con que Tú me has amado (el amor de Dios para Dios, El Padre para El Hijo) esté en ellos y Yo en ellos”. (Juan 17, 21,22,26). Aquí tenemos la verdadera gloria y la verdadera perfección del regalo  de la  salvación. Pero, si esta es la gloria de todos los bautizados, lo que está contenido en la grandísima medida de la relación de Ella con la Divina Trinidad de la cual nuestra Madre nos habla en lo que ya hemos citado: ¡ “Yo estoy en El Corazón de la Divina Trinidad”! Ella aquí nos está hablando de una relación que específicamente y especialmente es Suya porque Ella es la Madre, y esto hace posible Su Misión de corredención y mediación de las gracias. Para comprender esto, tenemos que preguntarnos a nosotros mismos: “¿Dónde está ese “Corazón” de la Santísima Trinidad, que ha encontrado la morada privilegiada de Nuestra Madre? Descubrimos la respuesta en el encuentro del amor entre el Padre y el Hijo, que es decir en el Espíritu Santo, Él primero y mayor en la relación de Ella con Él, es por eso, que encontramos a Ella “en el Corazón de la Santísima Trinidad”. Nosotros la nombramos a Ella como la Esposa del Espíritu Santo, pero tenemos que comprender el  significado de ésta expresión porque, es una pálida e imperfecta sombra de la Verdad. Expresa que, desde el primer momento de Su Existir, el Espíritu Santo tomó posesión de Ella, sin discusión que su propio deseo fue libre, pero penetrando todavía más profundamente en Su Existir, hasta el punto que nada permanece en Ella que no era completamente iluminada por Su Presencia y por Su Gracia. Siendo Inmaculada, Su Alma no podía ofrecer el más pequeño impedimento a esta penetración. Viéndolo de esta manera, el nombre de “Esposa” se sostiene por una total unión en que, como San Maximilio Kolbe dice, buscando con gran dificultad palabras que sean adecuadas y todavía no excesivas, “Hacen de Ella casi una Encarnación del Espíritu Santo”. En este primer paso, sin embargo, nosotros vemos a Ella en el Corazón de la Santísima Trinidad a través de Su total unión con el Espíritu Santo. Esta realidad encuentra su expresión en los Mensajes, donde nuestra Madre nos habla de Su propia Hermosura. Es el fruto de las Tres Personas, que la prepararon a Ella, en el Espíritu Santo, con todas las gracias que se pueden recibir en una criatura: Llena de gracia (Lc 1, 28). Nuestra Madre nos dice: “El Espíritu Santo es el único Jardinero en este sagrado recinto. Me cubrió con su luz de amor, me colmó de todos sus dones; me embelleció de su grandeza y me hizo su Esposa. En Mí Corazón Inmaculado se ha operado el divino prodigio”. (29 de Julio de 1977). Y así, el Corazón de nuestra Madre ha venido a ser el Jardín, del nuevo Edén, en el que el Señor se regocija haciendo Su morada habitual: “Mí Jardín es de Su exclusiva, Propiedad. Ella describe su Hermosura para nosotros de manera que habla de Su unión con las Tres Personas Benditas, en la luz de Dios: “Soy vuestra Madre toda Hermosa, hijos Míos predilectos. En este día la Santísima Trinidad refleja sobre Mí su Purísima Luz para que a través de Mí todo el Paraíso, con el coro de los Ángeles y los Santos, pueda cantar a Dios Su mayor alabanza.(8 de Diciembre de 1978). “El Paraíso está sólo en la luz de la  Santísima Trinidad, con Mí Hijo Jesús y Conmigo”. (15 de Agosto de 1976). “Soy Hermosa como la luna, que brilla con la luz reflejada del sol, PORQUE MI BELLEZA ES LA MISMA BELLEZA DE LA…
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Padre Arteaga (Noticias) – 01

MOVIMIENTO SACERDOTAL MARIANO Milán 2 de Febrero de 1987   A los responsables regionales entre Italia y a todos los responsables Nacionales del M. S. M.. Objeto: Noticias del M. S. M. -Año Mariano. -Mi programa para 1987.   Queridísimo hermano en el Sacerdocio: En lugar de largas circulares, me parece que debo adoptar ahora este método más sencillo e inmediato de comunicarnos: escribir cartas breves al Responsable es para que después de ellos las remitan a todos los adheridos del M. S. M.. I.- Noticias del M. S. M. Mi viaje a los Estados Unidos han sido regado por la Virgen con gracias extraordinarias. En un mes he podido celebrar 23 Cenáculos, en los que han participado 1 Cardenal, 8 Obispos, 460 Sacerdotes, 280 Seminaristas filósofos y teólogos y 4000 fieles. En las Antillas visite Martinica, Puerto Rico y Santo Domingo. Aquí, en una semana, visité cinco diócesis y celebraba diariamente 3 Cenáculos: a las 10 con el Obispo y los Sacerdotes; a las 16 con las Religiosas y a las 19 en la Catedral con los fieles. A los Ejercicios Espirituales en Dallas asistieron 3 Obispos y alrededor de 200 Sacerdotes del M. S. M., llegados de todos los Estados Unidos y de Canadá. Durante la noche los Sacerdotes se fueron turnando en la  adoración al Santísimo Sacramento expuesto. Recibo noticias de que los Cenáculos se desarrollan cada día más. Agradezco las cartas que los responsables nacionales me escriben para comunicarme noticias del Movimiento, como respuesta a mi deseo de reforzar la unión con el Centro de Milán. Invitó a vigilar con celosa atención para que el M. S. M.. se conserve en la fidelidad a su auténtico espíritu, como es deseo de la Virgen. Pido que seáis muy severos con los intentos que, a veces, se hacen para confundir nuestro Movimiento contra otros o de servirse del M. S. M. para fundar y difundir otros movimientos que no tienen en absoluto nada que ver con él. Tales tentativas son muy peligrosas, si además las hace algún Responsable. II.- Año Mariano. El Padre Santo Juan Pablo II, el Papa de María, este año nos ha hecho en el regalo de una Encíclica sobre la Virgen y de un Año Mariano, que comenzará en el Cenáculo de la fiesta de Pentecostés, 7 de junio, y terminará el día de la Asunción de María, 15 de agosto de 1988. Si el año Mariano es un don para toda la iglesia, deben ser acogido como un preciosisimo regalo para todos los adheridos al M. S. M.. ¿Como debe ser vivido por los miembros del M. S.M para responder a las esperanzas de nuestra Madre Celeste?. Creo que debemos comprometernos a vivirle en tres niveles: a).- A nivel personal: Con un empeño más profundo de vivir nuestra consagración al Corazón Inmaculado de María. Debemos intensificar nuestra intimidad de vida con María: en el silencio interior, en la humildad, en la docilidad, en la pureza del corazón,  en la oración, en la penitencia. A este fin en el libro de los mensajes encontraremos con toda seguridad una preciosa ayuda. Os sugiero esta propuesta: meditar todos los mensajes desde el principio, esforzadonos en vivirlos y en conformar realmente nuestra existencia a cuanto nos pide la Virgen. De este modo el Año Mariano servirá para llevarnos a una mayor madurez en la experiencia de la consagración y nos preparará a los grandes acontecimientos, que ya se acercan. b).- A nivel comunitario Intensificando la hermosa realidad de los Cenáculos de entre los Sacerdotes, Religiosos y Fieles; bien de carácter diocesano, bien regional, pero sobre todo los Cenáculos Familiares. Aquí es donde María prepara la Nueva Era y donde, en el silencio y en la oración, se puede obtener de la gracia de un segundo Pentecostés. Os invito, pues, a que superéis animosamente todas dificultades para continuar esta experiencia tan preciosa y cada vez más pedida por la Virgen. c).- A nivel regional o nacional: Promoviendo una jornada entera, donde los sacerdotes y fieles del M. S. M. hagan juntos un gran Cenáculo en uno de los mayores Santuarios Marianos. En 1988 he prometido mi personal participación cuando se celebren estos Cenáculos regionales o nacionales en los principales Santuarios de estos países: de Italia, Yugoslavia, Austria, Suiza, Alemania, Holanda, Bélgica, Francia, España, Portugal, Irlanda e Inglaterra. Es un vivo deseo mío que, antes de que finalice el año Mariano, podamos tener también una gran audiencia con el Papa como tal Movimiento Sacerdotal Mariano. III).- Mi  programa para 1987. Mi salud es bastante buena. Te agradezco el haberme seguido con tu afectuosa participación y con tu oración. Así he podido establecer al máximo el programa de mis compromisos para este año. Antes y después de Pascua presidiré los Cenáculos regionales que se celebrarán en toda Italia. Después, del 14 de mayo al 20 de junio, volveré a los Estados Unidos y a Canadá para celebrar Cenáculos de un día con el mayor número posible de Sacerdotes y fieles. Durante los ejercicios en Dallas determiné volver a todas las partes de estas dos naciones, a causa de la situación particularmente grave, dolorosa y peligrosa en que se encuentra la iglesia entre ellos. Del 28 de junio al 4 de Julio haré los Ejercicios Espirituales en San Marino con los Responsables Nacionales y Regionales de Italia y de Europa. Me produciría gran alegría el que se animarán a participar en ellos algún que otro Responsable Nacional de otras naciones. Del que el 4 de septiembre al 15 de octubre iré a Japón, Corea, Formosa, Hong Kong y Macao. En Noviembre y Diciembre tendré un programa de Ejercicios en Australia, y Cenáculos de Malasia e Indonesia. ¡Todo lo pongo en el Corazón de la Madre!. La 13ª edición italiana del libro ha sido y la traducida e impresa en Brasil, Bélgica y Francia; (en Inglaterra en Irlanda con el “imprimatur” que el arzobispo de Dublin)…. y espero que salga la española, alemana y la de otras lenguas. Será un óptimo…
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