La Epoca de la Confusión

La Epoca de la Confusión

Todo está desordenado 

Es aquí, en la ciudad malvada, que nosotros somos testigos del corazón de la confusión, donde el fenómeno extraño de que “ todo está al revés” reina soberana.

¿Qué significa exactamente? Significa que el pensamiento humano ha estado vuelto patas arriba. Uno puede decir que estando todo al revés es la inversión de la lógica.

Es una actitud de la mente en que la credibilidad está otorgada al ridículo.

Es delirio creer, y es la entronización del ridículo. Es el cataclismo de la verdad. “Satanás ante todo ha oscurecido la inteligencia y el pensamiento de muchos hijos”. (28/1/1979).

“Cuántas mentes se han oscurecido”. (4/7/1986)

 

¿No está todo en desorden que en cierto escondrijo escondido de la ciudad malvada, la Santa Misa se ha subvertido por la diabólica transmutación de las “misas negras”, en la cual Satanás es adorado en lugar de Dios? Nuestra Madre Bendita nos advierte:

Se difunden por doquier las misas negras y el culto satánico”. (3 /6/1989).

Los Mandamientos han sido derribados por el levantamiento de una desobediencia  que es promovida e incitada. La Madre Bendita dice:

“Y así llegáis hasta justificar también y a legitimar el orden moral”.

 

El credo ha estado invertido y escrito dirigido hacia atrás para leer, “Yo creo en el hombre”. Las virtudes santas han estado opuestas con el levantamiento y la difusión de los vicios contrarios. Leemos en los mensajes:

“Se han propuesto nuevos valores…el egoísmo y el odio han reemplazado al amor, la soberbia y la incredulidad, a la fe; la avaricia y la lujuria, a la esperanza; el fraude y el engaño a la honestidad; la maldad y la dureza de los corazones, a la bondad”.(1/1/1991).

La noble Verdad de Cristo ha estado trastornada y desalojada por el vil impostor del error. En la ciudad malvada, el lobo demoníaco se ha disfrazado como el cordero de bondad, y ha triunfado en su fraudulenta imitación.

“Satanás… ha llevado a muchos a elegir el pecado, en la engañosa convicción que no es más un mal, y que es un valor y un bien”.

 

Dorian Gray era un rico y excepcionalmente un hombre hermoso. En la historia de intriga de Oscar Wilde, nos ha comentado de un retrato fascinante que se había pintado de Dorian. Era fascinante porque parecía capturar, de una manera admirable, lo profundo del corazón de este hombre joven. Cuando pasó el tiempo, sin embargo, la vida de Dorian comenzó a oscurecerse cuando él perseguía las sombras del camino del mal. Fue en este punto que algo asombroso pasó. ¡La pintura comenzó a cambiar!

La expresión facial inocente del joven de repente tomó una pequeña nota de crueldad. Y como los actos malvados de Dorian fueron creciendo más demoníacos, así también la imagen del retrato creció más demoníaca. Dorian entonces comprendió que de alguna manera, la pintura misteriosamente revelaba los secretos oscuros dentro de él, así que cada pecado aparecía en forma visible.

Con el tiempo, el retrato asumió una horrible apariencia grotesca – los ojos terriblemente hundidos, el malicioso ceño, las manos marchitas, los dedos arrugados goteando sangre. Así que Dorian comenzó a odiar el retrato, porque era como una mala conciencia para él. Era una monstruosa pintura, y ¡era su alma!!

Pero uno podría decir, con certeza, que Dorian era afortunado de ver su alma. ¿Cuántos podríamos decir que podemos vernos a nosotros mismos en nuestros tiempos?

Él se ve a si mismo como “en un espejo”.

Satanás lo ha atraído a él dentro de una “Casa de Espejos”. Dentro de esta casa, el hombre ve su reflejo en un espejo que está “embrujado”, un espejo que adula y engaña.

Y como él se contempla dentro de este espejo, se ve en una imagen perfecta, maravilloso, simpático, impresionante. Diferente al retrato de Dorian Gray, este espejo nunca revela lo demoníaco del corazón del hombre. Al contrario, lo esconde. No hará visible los pecados del hombre, antes bien, los esconde. En efecto, como el mal se agrava  en el corazón, ¡la imagen en el espejo aparece todo como lo más hermoso¡ Y así, engañado por esta falsa imagen en el espejo, el hombre moderno no conoce el decaimiento dentro de si mismo. Diferente del retrato de Dorian Gray, él no puede ver el estado de la verdad de su alma en este espejo mentiroso.

 

    Eclipse de conciencia

 

El Papa Juan Pablo II se refiere a esta condición moderna como el “eclipse de conciencia”, a que el hombre no reconoce más sus pecados. Ellos están eclipsados, bloqueados fuera de su visión.

Este eclipse de conciencia ha llevado a la casi extinción de la confesión. Después de todo, donde se percibe que no hay pecado, ¿que necesidad hay para la confesión? Pero luego debemos preguntar, ¿cual es el resultado de esta ceguedad, de esta general negación de la existencia real del pecado?

El resultado es un mundo que debe ser comparado al “Leproso del baile de la mascarada”.

 

Era una fiesta. Todos los invitados estaban vestidos con sus disfraces de color y más caras. La música tocaba toda la noche. Cada uno reía y bailaba en un torbellino de baile en círculo con sus sombreros altos y capas negras, sus magníficas plumas, sus ricos cinturones y sus zapatos escarlata. ¡Que tiempo más alegre debía haber sido! Quién hubiera imaginado, que allí, detrás de la máscara, ¡estaba la cara escondida de un leproso! Hubiera sido la cosa más asombrosa. Era una gran pretensión. Pero ninguno se atrevería a destapar el secreto. ¡Era justo demasiado horrible para pensar en ello!.

En nuestros tiempos, la noche del Leproso disfrazado en el baile no tiene hora hasta la medianoche. El Baile no termina nunca. El hombre de nuestros tiempos usa una máscara sobre su alma. Él ya no cree en la lepra del pecado. Ya no cree que él es un pecador.

Él se esconde, lo niega, lo disimula, pero está todavía allí. Y como la gente del baile de la  mascarada, él lo pretende. Y vive su vida de matrimonio en su vestido de Martes de Carnaval, mientras debajo, su alma está silenciosa, ¡secretamente descomponiéndose!

Y así, como la danza continúa en el baile de la Mascarada, la lepra del pecado está allí, escondida entre las capas del alma, ¡mientras el bailarín se descompone dentro de su disfraz! Leemos en uno de los mensajes:

 

¡Que numerosos son hoy mis pobres hijos que pasan años sin confesarse! Se pudren en el pecado”. (20/11/1976).

Nuestra Señora nos explica:

“Mi Adversario ha logrado que todo quede afeado con la mancha del pecado y de la impureza.

Vivís bajo el signo de una gran esclavitud, que arranca de vosotros el reflejo de toda belleza espiritual.

Las almas están oscurecidas por los pecados que impiden que llegue a ellas el resplandor de la vida y de la comunión con Dios.

Los cuerpos están ensuciados y embrutecidos por el embate de las pasiones y de la impureza. El hombre está destrozado bajo el peso de una civilización sin Dios, que desfigura en él la imagen de su dignidad originaria”. (8/12/1988).

 

Así podemos ver el abismo que se oculta detrás del falso espejo de Satanás. Vemos como él usa el engaño del espejo para enmascarar la corrupción del pecado.

 

El esplendor de la gloria eterna

 

Para mantenernos de no caer, leed la “Estrella del Abismo”. (24/6/1980) y rezad como Ella nos dice.

Nuestra Señora llama la Estrella del Abismo a Satanás, Ella establece delante de nosotros otro espejo,  uno celestial, un espejo encantador. Es el más trasluciente espejo de Cristo.

Santa Clara habla de Cristo como un “espejo”.  Ella dijo que Cristo es el “El Esplendor de la Gloria Eterna, el espejo reluciente”.

Luego, curiosamente, ella dijo de “contemplar profundamente dentro de este espejo, y meditar bien su reflejo”.

Cuando nosotros miramos dentro del espejo de Cristo, es claro, vemos a Jesús. Pero también vemos algo de nosotros mismos, porque fuimos creados a la imagen y semejanza de Dios.

Ahora, una cosa es mirar dentro de un espejo, y otra cosa, enteramente diferente, de entrar dentro del espejo. Pero con el espejo divino de Cristo, podemos hacer justo eso, que es, entrar en el espejo, y actualmente, ser parte de la imagen que vemos. Esto es, en realidad, extraordinario, pero no imposible. Muchos no comprenderán esto; que Jesús nos ama tanto que Él actualmente quiere atraernos dentro de Él Mismo. Maria dice:

“Por esto asimila vuestro cuerpo mortal a su Cuerpo glorioso”.(20/11/1976).

 

El Papa Juan Pablo II habló de este espejo en su encíclica “De la Divina Misericordia”. Él dice, “Aquí es donde el hombre se encuentra a sí mismo. Es en esta unidad interior con Cristo que el hombre viene a la verdad… descubre la única maravilla de su propio ser”…. “Él debe, así, a hablar, a entrar dentro del misterio de la Persona de Jesús, avanzar, con todas sus incertidumbres, sus debilidades, sus pecados, y fragilidades, dentro de aquél misterio, la resplandeciente Divinidad de Jesús”.

Así es que cuando contemplamos dentro del espejo de Cristo, nos asimilamos, cada vez más, al que contemplamos.¿No es esto lo que San Pablo quiere decir cuando él escribió: “Más todos nosotros, que con el rostro descubierto reflejamos como en un espejo la gloria del Señor, nos vamos transformando en esa misma imagen cada vez más gloriosos? (2Cor. 3, 13).

Por eso, no nos sorprende que Nuestra Señora, frecuentemente nos recuerde que vayamos al pie del Sagrario, y de fijar nuestros ojos intensamente en el velo de esta Presencia Misteriosa en el espejo Eucarístico.

Quizás, uno podría imaginarse un barco en el mar. El Barco en la distancia parece pequeño. El mar parece ser un espacio infinito, las olas parecen que nunca terminan, su horizonte es infinito. Cuando el barco navega cada vez más lejos, eventualmente se desvanece de nuestra mirada. No está más visible. ¡Es como si el barco hubiera venido a ser uno con el mar! Y así también Nuestra Señora nos dice:

“Hijitos míos, que vuestro corazón se sumerja completamente en su Corazón Eucarístico para que podáis entrar en una personal intimidad de vida con Él.

Jesús entonces toma vuestro pequeño corazón, lo abre, lo dilata, lo llena de su amor. Él ama en vosotros y vosotros amáis en Él y así os sumergís cada vez más en el vórtice estupendo de su divina y perfecta caridad”.(31/3/1988).

Nuestra Señora también usa la imaginación de la ventana de vidrio de color para ilustrarnos esta interacción entre Jesús y nosotros mismos, y como es que venimos a tomar la imagen de Jesús. Todos podemos visualizar la exquisita hermosura y los colores de las magnificentes vidrieras de las Catedrales Góticas Francesas.  Quizás pudimos ver alguna vez un rayo de luz entrando a través del vidrio y reflejando o transfiriendo los colores de las vidrieras a la pared o al piso, con casi igual artística precisión, configuración y belleza.

Nuestra Señora nos dice que este es el caso con Jesús y nosotros:

“Como un rayo de luz, al atravesar un ventanal, toma de él forma, color y diseño, y así la gracia divina, merecida por Jesús, sólo puede llegar a vosotros a través de Él, y por esta razón reproduce en vosotros su mismo diseño, Su misma imagen y os configura cada vez más a Su misma Persona” (16/7/1980).

Justo como Moisés no pudo resguardar su cara de la luz flameante del Ardiente Señor en la Tienda del Encuentro, así también, cuando dirigimos nuestra mirada contemplando a Jesús, no podemos escapar a la irresistible luz de la corriente del Esplendor del Señor.  Por eso, si estamos envueltos por esta divina luz, no podemos ser una víctima de Satanás.

 

Las tres espadas

 

Más allá, no necesitamos temer la red del Gran Engañador, o su “Espejo Embrujado”, porque Nuestra Señora nos ha dado las tres espadas para eludir la Serpiente Mentirosa.

 

La espada del pequeño: “Debéis ser pequeños para hacer frente a Satanás…¿No comprendéis que a vosotros jamás logrará seduciros y engañaros si permanecéis pequeños”. (8/9/1976).

Que fácil es para Satanás engañar al soberbio. Pero son los pequeños quienes lo desafían.

La espada del pescador: “hoy el que no está con el Papa no logrará permanecer en la Verdad… No caerán jamás los que estén siempre con el Papa. (7/8/1976).  Al lado del Papa observamos, como el saber infernal del error se destroza, y las Puertas del Infierno tiemblan.

La espada de la Reina: Ninguna espada hace juego con esta. Aquí Satanás está desarmado. Estar dentro del Corazón Inmaculado de Maria significa de estar perfectamente a salvo, porque este Corazón es un Santuario invencible, imposible de alcanzar por el Demonio.

“A quien se consagra a mi Corazón Inmaculado, vuelvo a prometerle la salvación: la salvación del error en este mundo y la salvación eterna….Así impediré que podáis caer en las seducciones de Satanás. Seréis protegidos y defendidos por Mí Misma”. 13/5/1976).

Es nuestra defensa más fuerte y nuestro refugio que nunca falla. Pero debemos retornar y preguntar, ¿pero qué le va a pasar a este mundo rebelde que se niega a mirar dentro de este espejo de Cristo, y se niega a escuchar la llamada de Nuestra Madre?  Quizás será lo mismo que le pasó a Mr. Kurtz en la novela de José Conrad “El Corazón del  Demonio”.

Mr. Kurtz era un comerciante de marfil. Él viajaba en barco hacia el interior de África, buscando el marfil más precioso.  Era un hombre encantador, culto y sensitivo. Él era  el mejor agente de la compañía. Pero una vez, se adentró en la espesura de la selva en la parte más salvaje, y entró en las Puertas del Infierno.

Él comenzó a invadir las villas nativas, robando su marfil y eliminando con su revólver a cualquiera que se pusiera en su camino. Los poderes del Demonio lo reclamaron como suyo. Él era una extraña contradicción, encantador, pero también terriblemente codicioso.

Sin embargo, poderoso como era, cayó con una enfermedad incurable y mortal. Y fue entonces, que la oscuridad de la selva comenzó a susurrarle cosas acerca de él que no sabía, cosas de las cuales él no tenía conocimiento.

Y fue al último momento, antes de morir, que experimentó un momento supremo de completo conocimiento de sí mismo. Mr. Kurtz luego vio claramente dentro de si mismo, profundamente, el salvaje “Corazón del Demonio”, y cuando lo vio, gritó fuertemente, “¡Oh! ¡Que horror! ¡El horror!”.

La Madre Bendita dijo: “Satanás es ahora el dominador incontrastable del mundo y el dueño de toda la humanidad”. (1/1/ 1992).

 

Pero está viniendo para toda la humanidad, muy, muy pronto, un momento de conocerse a sí mismo completamente, una iluminación interior, que nos revelará muy claramente, la oscuridad de cada persona. Y otra vez leemos en los mensajes:

“Cuanto sucederá será una cosa tan grande, como jamás se ha visto desde el principio de mundo. Será como un juicio pequeño y cada uno verá su propia vida y todas sus obras en la luz misma de Dios”. (2/10/1992).

Luego no habrá más oscuridad, no más confusión. Será luego, que el “horror” de esta rebelión salvaje en contra de Dios, será reemplazada por el esplendor de la Verdad  y la sumisión universal a la Voluntad de Dios.

La pared del desconocimiento que Satanás hoy a construido alrededor de muchas mentes será derrumbada, ¡como las paredes de Jericó!

Y la Victoria de la “Mujer vestida del Sol” sobre el Príncipe de las Tinieblas, el Gran Mentiroso, quien ha engañado al mundo entero, será completa. Nuestra Madre Bendita dice:

“Como Madre de la humanidad, se me ha confiado la misión de sustraeros a la esclavitud de Satanás…para obtener al fin mi mayor victoria. Ya que Satanás será reducido por Mí a la impotencia y el gran poder del mal será completamente destruido por Mí. Entonces la humanidad volverá a…su Señor, que la tomará entre sus brazos y la conducirá al paraíso terrestre de una plena y perfecta comunión de vida con Él.(1/1/1194).

Y fuera ya del Corazón del Príncipe de las Tinieblas arribaremos al nuevo Reino de Luz, donde Nuestra Señora reinará como Reina eterna y Emperatriz de la luz.

 

En el medio de las más grandes tinieblas de hoy, Padre Gobbi todavía nos             inspira esperanza

 

Me gustaría volver a la carta circular del 2006: él anota el Mensaje dado el 8 de Diciembre de 1994:

“Porque debéis anunciar el cercano retorno de Jesús en Gloria, que introducirá la humanidad en los tiempos nuevos , en los que finalmente se verán los nuevos cielos y la nueva tierra.

Proclamad a todos su cercano retorno: Maranathá: ¡Ven, Señor Jesús!

Luego él hace referencia del Cardenal Ratzinger:“La esencia de la liturgia está resumida en la oración dada a nosotros por San Pablo y la Didache: “Maranathá – Ven, Señor Jesús”. En la liturgia, la Parusía está ya completa, por eso, dirigiéndonos hacia el Señor que está viniendo, es precisamente para enseñarnos a invocar ¡Ven, Señor Jesús!  La liturgia nos guía a percibir, aún hoy, su respuesta y a experimentar su verdad: ¡Sí, Vengo pronto! (Rev. 22, 17 – 20).

Reafirmando estas palabras de nuestra Señora y del futuro Papa son estas notas del Padre Gobbi.

Dios nos dio a Su Hijo, Su Palabra viviente, como la luz que nos guía a través de las tinieblas de este mundo. Él nos dio, especialmente en estos últimos siglos, Su Propia Madre, la Mujer Vestida del Sol, quien con las radiantes palabras suyas nos mantiene en el  camino recto, que Jesús nos tenía ya dicho. Últimamente Él nos ha dado los Santos, quienes con su ejemplo y sus enseñanzas no guían hacia la meta recta. Al lado de los Santos de los últimos 40 años nuestro querido Stéfano Gobbi se mantiene firme en una manera única.

En su último Mensaje del 31 de Diciembre de 1997, Nuestra Madre Bendita dijo:

“Hace ya veinticinco años que os guío, que he dicho al corazón de este pequeño hijo mío, que Yo he escogido como instrumento para la realización de mi designio materno.

En estos años Yo misma lo he llevado varias veces a todas partes del mundo, y él se ha dejado conducir dócilmente, pequeño y temeroso, pero totalmente abandonado a Mí, como un niño en brazos de su Madre.

Ahora cuanto os debía decir os ha sido dicho, porque todo os ha sido revelado.

Así pues, en esta noche, terminan los mensajes públicos, que desde hace veinticinco años os he dado: ahora debéis meditarlos, vivirlos y ponerlos en práctica. Entonces las palabras que he hecho descender de mi Corazón Inmaculado, como gotas de rocío celestial sobre el desierto de vuestra vida tan insidiada, producirán frutos de gracia y santidad.

De ahora en adelante me manifestaré a través de la palabra de la persona y la acción de este pequeño hijo mío, que Yo he escogido para ser vuestro guía y que ahora conduzco al vértice doloroso de su misión”.

 

Cuantas veces Padre Gobbi nos dijo que él quería ser un niño de dos años en los brazos de nuestra Señora. Y por esta razón él le fue fiel a Ella hasta el final.

Es precisamente en esta luz que yo me tomo la libertad de extractar algunas notas tomadas de estas cartas que, desde el tiempo que yo me uní al movimiento, él me escribió a mí cada año. Anotaré unas cuantas líneas, que pueden ser para ti también de consuelo y coraje en situaciones varias en que nos encontramos en nuestro ministerio.

Pienso que aún hoy, él me escribiría entonces para cada uno de vosotros.

“Dime que has tenido algunos momentos difíciles, – él me escribe – no me hablas acerca de ellos, pero pienso que puedo comprender algo.

En estos momentos sólo nuestra Madre puede ayudarnos; con su mano, con su consuelo, con Su comprensión y a veces con su misericordiosa maternidad. Ella nos ama precisamente porque ve nuestra pequeñez, nuestra inseguridad, a veces titubeando y otras veces hemos caído… pero Su Corazón entonces se vuelve más grande y Ella nunca nos abandona”.

Otra vez él me escribe: “si las pruebas aumentan, es un buen signo, mi hermano; no temas y confía en el Corazón Inmaculado de nuestra Madre. Yo siento el soporte de vuestras oraciones”.

Yo incluyo estas breves notas escritas por el Padre Gobbi, porque en la gran confusión que existe hoy, él continúa siguiendo a cada uno de nosotros desde el Cielo y dándonos coraje para perseverar en el trabajo que nuestra Madre nos ha encargado. En 1983, él escribió: “No temáis, ofrece cada cosa a Tú Madre, quien te ama inmensamente aún en tus decaimientos. Siento que tú estás cerca de mí y yo cerca de ti con mis pobres plegarias”. En aquel tiempo, Padre Gobbi sufría la persecución de Satanás, justo como muchos santos; en efecto, en la misma carta él dice: “El Adversario continúa azotándome sin misericordia… ayúdame, querido hermano, con tus preciosas plegarias, porque tú puedes obtener un montón del Corazón de Jesús y el Corazón de Nuestra Madre”.

Y en 1984: “Yo sé que nuestra Madre está poniéndote a la prueba con sufrimientos y dificultades; no temas si parece que el grupo de jóvenes está pasando un momento de crisis… Es seguramente una crisis de crecimiento y examen. Continúa con ellos haciendo Cenáculos (Rosarios ante el Sacramento Bendito expuesto, meditación y experiencias de los vividos mensajes: consagración al Corazón Inmaculado de Maria): tú verás las maravillas de nuestra Madre y todas las cosas saldrán bien”. En el mismo año él escribió: “Yo quiero decirte que Padre Scahil de Irlanda, Don Flavio Berti (quienes llevaban la oficina y el coro) se han juntado a nuestros hermanos en el Cielo… (ahora son más numerosos)… No temas y continúa con serenidad. Tú Madre te ama inmensamente; nunca estés desanimado. Trabaja con los jóvenes y siega en abundancia. Acepta los sufrimientos como un regalo y deja a tu Madre que te guíe. Gracias por tus oraciones; Estoy en gran necesidad de ellas.

Padre Gobbi también transmite en sus cartas el trabajo espiritual profundo de alguien que comprende su propia pequeñez y defectos y sabe que él depende en todas las cosas de la misericordia de Jesús y de Nuestra Señora. Cuando uno alcanza este conocimiento, vive en profunda paz, porque está basado en la fuerza de Dios y no en sus propias capacidades. Nuestra Madre lo formó  a él poco a poco. Esto es leyendo, en particular, los primeros mensajes del libro que nosotros podemos vislumbrar el camino que Ella le hizo seguir. Esta formación, luego, era como el hilo común que lo guió a él por 40 años.

 

Algunos de nosotros tuvo el privilegio de acompañarlo en los Cenáculos conducidos en algunas de las naciones que nosotros representamos aquí. Estoy seguro que muchos de vosotros recibisteis la ayuda de las palabras de nuestra Madre Celestial. Perdonadme si concluyo la meditación escribiendo la primera parte de un mensaje que nuestra Señora me dio a través del Padre Gobbi, mientras estábamos viajando a través de Canadá para los Cenáculos en 1994. Nuestra Señora dirige estas palabras de consolación a todos aquellos que hacen el esfuerzo de continuar el trabajo de los Cenáculos en orden de ayudarla.

“Que feliz soy, hijos predilectos, que estáis hoy aquí en un momento de descanso bien merecido, que vuestra Madre Celestial os ha preparado.

Mirad a este hermoso día de sol; en frente de este lago que me hace recordar el lago del Mar de Galilea, donde mi Hijo Jesús fue frecuentemente por su apostolado y donde Él descansaba en su interior orando con el Padre. Que grande es mi amor para vosotros. Yo les agradezco por el trabajo que habéis hecho para Mí, tan exigente y cansado, que Yo os he pedido.

Sí, es un trabajo muy duro, pero es también acompañado por tanta recompensa de vuestra Madre Celestial. Cuantos almas  fieles han sido confortadas y animadas por vosotros., en estos tiempos en que mis hijos andan como ovejas sin pastor, desde que los pastores del rebaño de mi Hijo Jesús y míos son tan atacados, dispersados y desanimados. Así que vosotros veis las cosas buenas que hacéis por estos sacerdotes, aún si ellos están respondiendo pobremente a mi maternal invitación y el bien que hacéis a todos estos hijos míos, quienes están en gran necesidad de mi luz y vuestro confort sacerdotal. Cuantos de vosotros habéis traído al refugio seguro de mi Corazón Inmaculado por la consagración hecha a Mí.

Por esta razón , hoy más que nunca, Satanás está furioso en contra de esta corte mía y en contra de aquellos que Yo he elegido para ser mis instrumentos de este movimiento Mío.

Yo omito el resto del mensaje donde la Virgen Bendita me dijo que preguntara a mis superiores si yo podría estar libre para conducir todo el tiempo los Cenáculos no solamente de Canadá si no también los de Estados Unidos. Con la ayuda del Padre Gobbi  obtuve el permiso de hacerlos por cuatro años.

Queridos hermanos, yo decidí deciros todo esto porque necesitamos estar animados. El Padre Stefano Gobbi fue elegido de hacer el trabajo de Nuestra Señora . Nosotros somos todos más que seguros de esto. Pero al mismo tiempo Nuestra Madre nos ha llamado ciertamente a todos nosotros. Por esto, debemos ser fieles a este privilegio de obedecer a la Reina del Cielo y tierra y de ser aptos para ser llamados sus siervos pequeños.

 

Padre Francis Geremia C.S. 

Ejercicios Espirituales Internacionales del M.S.M.

Collevalenza – Santuario del Amor Misericordioso

24 – 30 de Junio de 2012   

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